2 ago 2009

¿Unas cervezas?

HOY es dos de agosto. Estamos en pleno verano. Muchos amigos míos están fuera. Algunos se han ido a la playa. En la costa lituana encontramos playas muy bonitas. Distintas de las playas mediterráneas de la costa española. Distintas en cuanto a olores, texturas, colores, sabores y sonidos. Distintas en cuanto al paisaje y también, claro está, en cuanto al paisanaje que pulula por ellas. Sobre las playas de Lituania ya volveré en otra ocasión. Antes de que finalice este mes. Ahora, utilizando un lenguaje un tanto castrense, tengo varios "frentes abiertos" en mi blog. Quisiera escribir un post sobre la crisis financiera, económica y política que se vive en Islandia. Y cerrar, con una nueva carta (que sería la tercera), el capítulo islandés. Mi experiencia allá fue corta. Sin embargo, mantengo relación con Edward H., un profesor de la Universidad de Akureyri. Y también con un pastor luterano de Skálholt, un pueblo pintoresco que visité, no muy lejos del Gran Geysir y de las impresionantes cataratas de Gullfoss, con un paisaje dominado por el gigantesco glaciar Langjokull de fondo. Skálholt había sido durante 700 años el centro espiritual y cultural de Islandia hasta que el Rey de Dinamarca decidió centralizar todas las instituciones islandesas en Reykjavík, allá por el año 1801. Creo que incluiré un par de posts con fotografías del espectacular paisaje del lugar. Bueno, otra vez me voy por los cerros de Úbeda. Cerraré, por tanto, el capítulo islandés pronto. También quiero añadir un par de posts más sobre la crisis económica que sufre Lituania y los otros dos "ex-tigres del báltico" (Letonia y Estonia ). Y me gustaría cerrar el mes con alguna carta dedicada a la República de Užupis, un barrio muy carismático de Vilnius y que viene a ser como el Montmatre de la capital lituana. El barrio bohemio de Vilnius. Užupis significa, en lituano, "al otro lado del río". Los nombres que los lituanos dan a sus barrios no son demasiado imaginativos que digamos. Cuando empiezas a dominar un poco la lengua te das cuenta que en Lituania suele haber una correspondencia entre la denominación de los lugares y las características particulares del sitio designado. Užupis significa "al otro lado del río" porque el barrio se encuentra, como ya he dicho, al otro lado del pequeño río Vilnia. O Vilnelė, como aquí es popular y cariñosamente denominado. El Vilnelė es un afluente del río Neris que a su vez se incorpora a las aguas del gran río Nemunas (Neman en español), aquí en Kaunas. Se supone que el pequeño Vilnia vino a dar el nombre a la capital de Lituana. Vilnia, por cierto, procede de "vilnis", que en lituano significa "fuente". Ya he dicho que los nombres geográficos son aquí muy descriptivos. Otro ejemplo lo tenemos en el nombre del distrito universitario de Saulėtekis, que se encuentra al Este de la capital. Por donde nace el sol. Saulėtekis es una palabra lituana que significa "amanecer". Yo vivo en Kaunas, en el barrio de Zaliakalnis o "monte verde". Y efectivamente este barrio está en una especie de loma donde abundan los árboles. Mi chica vive en Raudondvaris, que es un pueblecito que se encuentra a unos 15 minutos en coche de Kaunas. Raudondvaris significa "palacio rojo" porque, en efecto, hay un hermoso palacio rojo que perteneció a uno de los Grandes Duques de Lituania. Un palacio renacentista donde, a menudo, se van a hacer fotos las parejas de novios recién casados con toda la comitiva nupcial incluida. El Palacio de Raudondvaris tiene una hermosa torre de ladrillo rojo y cuenta con unos jardines versallescos, un gran invernadero lleno de plantas exóticas y unas impresionantes caballerizas. El complejo está bastante descuidado y clama a gritos una urgente rehabilitación. Pero, de momento, el dinero no llega. Desidia municipal según parece. Sin embargo, la parejas de novios siguen acudiendo al viejo palacio de Raudondvaris para hacerse la fotografía de bodas. Porque es como una tradición no escrita en ningún sitio pero que mucha gente sigue. El Palacio contaba con una importante colección de pinturas de Leonardo da Vinci, Caravaggio y Rubens. Poca broma. A los ricos y poderosos siempre les ha gustado demostrar que lo son. Y adquieren obras de arte simplemente porque los pobres no pueden permitírselo. Por avatares de la historia el palacio acabó siendo propiedad de una familia noble polaca y fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Y lo que son las cosas, el palacio sólo existe porque fue totalmente reconstruido por los soviéticos entre 1959 y 1973. Y transformado en un albergue para jóvenes. El gobierno lituano, después de casi veinte años de independencia, no ha tenido narices de invertir en su rehabilitación. Lo que hizo fue privatizar las casas de los sirvientes del Duque. Un conjunto de casas anejas al palacio y que servían como alojamiento para los criados.Y es muy extraño ver, junto al majestuoso palacio vacío, esas casas de los sirvientes, que sí están habitadas por familias lituanas. Con la ropa colgada en la ventana y los niños jugando con el perro en la puerta.

Bueno, he trazado un poco el camino que pienso seguir desde ahora hasta que finalice este mes de agosto. Al menos éstas son mis pretensiones iniciales. Luego, ya veremos que dijo un ciego. Por otro lado, creo que voy a introducir ciertas modificaciones en el diseño del blog. Soy un bloguero todavía novato. Y voy aprendiendo sobre la marcha. Algunos amigos me comentan que debería incorporar más fotografías y material gráfico. Y que también debería intercalar unos posts más cortos entre mis largas "Cartas desde el Este". Creo que tienen razón. También debería incluir información que pudiera resultar útil a un público de amplio espectro. No sé. Tampoco voy a convertir mi blog en una guía turística. Ni en una versión cutre de la wikipedia. Pero creo que sí acabaré por incluir un poco más de información que pueda resultar de interés a un amplio abanico de potenciales lectores. Ya veremos.

El blog, por cierto, me está acercando a otras personas que, como yo mismo, escriben en castellano desde o sobre el Este de Europa. Blogueros a los que no conozco personalmente pero con las que mantengo fuertes afinidades. Afinidades que van más allá de las ideológicas. Afinidades "existenciales" por llamarlas de alguna manera. Como me ocurre con el compañero Jose Luís. Que nació y vivió en el barrio madrileño de Vallecas y que, un buen día, decidió coger los arreos y plantarse en Bucarest. Su blog sobre Rumanía, "Un vallekano en Rumanía", es de visita y consulta obligatoria. A Jose Luís le dedico la fotografía con la colección de cervezas que aparece en este post y le digo también que mi chica se encuentra, en estos momentos, en algún lugar entre Kaunas y Hungría. Haciendo "dedo" con otra lituana medio loca como ella. Su plan es ir a Budapest y luego, desde allá, a una especie de festival de música que se celebra en Ucrania. Donde estará un par de días. Después igual se deja caer por Rumanía. No sé. Creo que su destino final es Móstar. La martirizada ciudad de la ex-Yugoslavia. Si se pasa por Bucarest estoy seguro que acabará llamándote. Cuídamela si finalmente decide caerte por ahí. Me dijo que todo dependía de dónde la llevase el viento. O de a donde la llevasen. Porque viajar como hitch-hiker es bastante azaroso. Y uno nunca sabe exactamente quién te va a recoger en el camino. Ni adónde vas a ir a parar. Hace unos días celebramos nuestro tercer aniversario juntos. Si no fuese por ella yo, simplemente, no estaría escribiendo desde Kaunas. Ni haciéndole fotografías a botellas vacías de cerveza lituana. Y este blog mismo no existiría.

Historia de la fotografía: Está claro que lo que aparece en esta fotografía es un conjunto de cascos de cerveza vacíos. Aquí, en Lituania, los cascos de cerveza son reciclables. Te dan 25 céntimos de lita por cada uno que llevas al supermercado. La fotografía la tomé en mi apartamento. Por supuesto, todas esas cervezas me las he bebido yo. Faltaría más. Mi favorita es la Švyturys "baltas" que es una cerveza blanca de trigo sin filtrar. Un tipo de cerveza que no existe en España. Svyturys es la compañía de cerveza más popular de este país. "Svyturys" significa "faro" en lituano. Y, como no podía ser menos, la fábrica de cerveza se encuentra en la ciudad del faro que reproducen en su logo. La ciudad portuaria de Klaipeda. La Švyturys "baltas" o "blanca" se debe tomar muy fría y con una rodaja de limón. Desafortunadamente no la sirven en todos los bares y restaurantes. Pero se puede adquirir, sin problemas, en los supermercados. Es una cerveza muy popular entre los estudiantes y entre la pequeña comunidad de extranjeros que vivimos aquí. También me gusta la cerveza Fortas, fabricada por la compañía Ragutis, aquí en Kaunas. Es una cerveza negra de cebada con un sabor tostado muy propio de esta marca. De hecho, en este país, hay decenas de pequeñas compañías que fabrican cerveza. Algunas lo hacen de forma artesanal, siguiendo viejas recetas y procedimientos locales. ¡A menudo paraíso cervecero me he venido a vivir yo! En Barcelona tenía que conformarme con la "Estrella" o la "San Miguel". Y poca cosa más. No le recomiendo a Barack Obama que se pase por España. Al menos no a tomar cervezas. Y creo que a él le gusta tomar cervezas con Biden y los amigos. "Diplomacia de la cerveza" lo llaman en la CNN.

Coloqué, por cierto, detrás de las botellas, una fotografía muy conocida de unos
obreros construyendo el Empire State Bulding. Unos obreros sentados en una viga de acero a la "hora del bocadillo" que decimos en España. Eran tiempos de depresión económica en el mundo. Más o menos como los que vivimos ahora. Cerveza y obreros deprimidos. Me pareció una combinación oportuna y sugerente. El cuadro lo compré en "Tomas Philips" una cadena de distribución alemana que cuenta con una pequeña red de establecimientos en Lituania. Y en la que puedes adquirir las cosas más extrañas que te puedas imaginar. Desde ropa para adultos hasta cerveza alemana de baja calidad. O "potitos " para bebés. Incluso antiguos juegos del "Inspector Gadget".

1 comentario:

  1. A ver cuando nos tomamos unas cervecitas lituanas. Tambien las cervezas rumanas estan buenas, ya las probaras. No te preocupes si tu chica llega a Bucarest. Dilas que pueden alojarse en mi casa, mi chica y yo tenemos dos habitaciones, y una suele ser utilizada por invitados varios. El barrio no esta en el centro de Bucarest, pero no creo que para unas aventureras eso sea mucho problema.

    En fin que veo que tienes el verano bloguero muy planificado, aunque mas que nada, asi que sigue contandonos cosas que las esperamos (pero no te olvides de disfrutar).

    Salud y hasta pronto

    JOse Luis

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Gracias por tus comentarios y sugerencias. Te envío un saludo.Argonautas.