27 feb 2011

Parte de guerra

Empleados del Partido Cristiano picando hielo y pidiendo el voto. Kaunas Febrero 2011.
MAÑANA se celebran en toda  Lituania elecciones locales. Todas las encuestas parecen indicar que los socialdemócratas del  Lietuvos socialdemokratų partija, LSDP, liderados por Algirdas Butkevičius, resultarán vencedores en estos comicios. Los conservadores del Primer Ministro Andrius Kubilius parece que serán duramente castigados en las urnas. Incluso en  Kaunas, donde los conservadores siempre han gobernado, no se descarta una victoria de los socialdemócratas. En todo caso, parece claro que el joven Meras o Alcalde de Kaunas Andrius Kupcinskas, no saldrá reelegido. Se le acusa de ineficaz, arrogante, corrupto y alejado de los intereses de los ciudadanos. En el fondo, conservadores y socialdemócratas vienen a ser más o menos lo mismo. La gente en este país desconfía de todos los partidos políticos. Creen que todos quieren lo mismo. Tomar el poder para repartirse el botín. Cuando llegué a Lituania, de eso hará en mayo cuatro años ya, el país estaba gobernado por una coalición de partidos de centro-izquierda donde los socialdemócratas de Gediminas Kirkilas llevaban la batuta. Era el tiempo de las "vacas gordas" cuando las cosas parecían ir bien en esta pequeña república báltica que experimentaba por entonces uno de los mayores crecimientos económicos del Este de Europa. Se trataba, claro está, de un crecimiento artificial, basado en la especulación inmobiliaria y en el acceso fácil al crédito bancario. En ese tiempo era relativamente sencillo encontrar trabajo aquí. Un trabajo, eso sí, siempre mal retribuído. Pero que permitía, al menos, pagar las facturas y mantener el sueño del consumismo. El sueño de que por fin Lituania jugaba en la primera división. En la liga de los países prósperos y "democráticos" de la Europa rica. El colapso financiero internacional, eso que llaman ahora "Gran Recesión", puso fin a ese sueño.  Y la mayoría de la población de este país quedó inmersa en una auténtica pesadilla. Una pesadilla de la que todavía no ha salido. Y que se ha traducido en una salida masiva de jóvenes y trabajadores en busca de pastos más verdes (se calcula que sólo en el año 2010 emigraron más de 50.000 personas).  La crisis económica afectó de lleno al gobierno de Kirkilas. Y en las elecciones de octubre de 2008  la coalición de "centro-izquierda" no pudo hacerse nuevamente con el poder que cayó en manos de la derecha nacionalista pura y dura de la Unión Patriótica-Cristianos Demócratas de Lituania (en lituano, TS-LKD Tėvynės sąjunga - Lietuvos Krikščionys Demokratai, sólo el nombre ya da miedo) un partido que milita en las filas del Partido Popular Europeo. Este partido formó coalición con otros partidos menores. Una coalición donde el populista Tautos Prisikėlimo Partija o Partido de la Resurrección Nacional, una formación política fundada por el empresario y show-man Arunas Valinskas -un tipo con nexos con la mafia local- fue pieza clave para aupar a Andrius Kubilius, líder del TS-LKD, a la jefatura del gobierno.  Desde entonces Kubilius ha sabido mantenerse en el poder. Aunque la coalición política que lo sostiene ha tenido enormes problemas para mantener la cohesión. Sobre todo cuando se destaparon los nexos que el socio de Kubilius, el líder del Partido de la Resurrección Nacional, Arunas Valinskas tenía nada menos que con Henrikas Daktaras. El capo mafioso más buscado del país. Y que fue detenido por la interpol en Bulgaria en septiembre de 2009 (ver mi post de  20 de septiembre de 2009).  Valinskas fue desposeído de su cargo de Presidente del Seimas aunque sigue detentando su bien retribuído cargo de parlamentario. Cargo que combina con frecuentes apariciones televisivas en shows casposos de extremado mal gusto. Sobre el primer ministro  Kubilius, cuyo apellido podría traducirse como "tonelero", he oído decir casi de todo. Casi nada bueno. Que es tonto. Que es un retardado. Que es tonto. Que es un corrupto.  Que es tonto. Que no sabe hablar correctamente. Que es tonto.  Que  le falta liderazgo.  Y que es más tonto que un zapato. El calificativo "tonto" aparece casi siempre que alguien me ha hablado de él.  El pueblo lituano es amigo de contar chistes y chascarrillos. Aunque debo decir que los chistes aquí no provocan la sonora carcajada a la que estamos acostumbrados en España. A lo sumo lo lituanos sueltan una risita. Siempre que el chiste lo merezca. Claro. Y parece que el tal Kubilius merece más de una risita.

Yo, de momento, no me he vinculado a ningún partido político del país.  Literalmente no tengo tiempo para nada. Y no me siento suficientemente integrado en esta sociedad que me acoge como para participar en política. Por otro lado aquí la política es un terreno muy bronco. Donde casi nadie se mueve por motivos ideológicos. Sino por intereses económicos. Además he oído decir a muchos de mis amigos que  los partidos políticos están penetrados por la mafia organizada. Diversos grupos mafiosos constituyeron una especie de gobierno en paralelo, un verdadero poder en la sombra, en los oscuros años que siguieron a la desintegración de la Unión Soviética. En los años 90 Kaunas, por ejemplo, estaba controlada por el citado capo mafioso Henrikas Daktaras. Alias Henyte. Y eran frecuentes los tiroteos y la explosión de coches bombas en esta ciudad. Luego, con el fortalecimiento de las instituciones y la estabilización económica, los grupos mafiosos se retiraron de la calle.  Muchos de los antiguos capos mafiosos se reconvirtieron en existosos hombres de negocios. Y  optaron por ponerse corbata y hacerse decentes. Y pasaron a  controlar el cotarro de otra forma. Por medio legales. Participando directa o indirectamente en  política.  Y blanqueando el dinero obtenido de sus actividades ilícitas invirtiéndolo en inmuebles, casinos, clubs, empresas de seguridad o negocios de restauración.  Es opinión común entre los lituanos de a pie que la clase política de este país está corrupta. Y que todos buscan llenarse el bolsillo. Y no el bien común.

Si tuviera el tiempo y la motivación necesarias  creo que me uniría a las filas del Frente Socialista Popular (en lituano Socialistinis Liaudies Frontas) liderados por el joven Algirdas Paleckis. Un tipo que me parece valiente. Y sobre el que la prensa amarilla del país descarga todas sus iras. Acusándolo casi de traidor y de estar al servicios de los intereses de Moscú. Simplemente porque Paleckis, un lituano de pura cepa, abandera un proyecto político que se define de socialista democrático. Y que se ha atrevido a cuestionar la historia oficial sobre el pacto "Molotov-Ribentrop" y sobre el papel que los ultra-nacionalistas lituanos tuvieron en la II Guerra Mundial. También aportó datos sobre los hechos de 13 de Enero de 1991. Cuando, según la versión oficial impuesta por la oligarquía que detenta el poder en este país,  los rusos atacaron Vilnius matando a un puñado de héroes. Según Paleckis, entre los bravos defensores de la torre de televisión de Vilnius, habían agentes provocadores pagados que buscaban la muerte del máximo número de lituanos. Con el objetivo de atraer las simpatías del mundo.  Y como medio de propaganda contra el entonces agonizante poder soviético. Paleckis se enfrenta por esas declaraciones a un juicio que lo puede llevar a la cárcel. Y el Partido Frontas, el único partido de izquierda  organizado en este país, está siendo sometido a investigación por la fiscalía.  En relación con este tema  he decidido reproducir en este post un reciente artículo publicado por Vytautas Liutkus en Global Research . El Partido Frontas es un partido pequeño. Consiguió unos 40.000 votos en las últimas elecciones generales. Y no pudo entrar en el Seimas pues en Lituania, como ocurre en España,  la ley electoral  penaliza a los partidos "pequeños" y exige un 5% de los votos para que una formación política pueda obtener representación parlamentaria. Le deseo a Frontas lo mejor en los comicios de mañana. Y a Paleckis que siga adelante en su lucha contra este estado totalitario que se llama República de Lituania. El único país de la Unión Europea donde le pueden meter en chirona a uno por  "promoción de la homosexualidad". O por decir que los "partizanu" patriotas lituanos fueron, en realidad, un grupo de asesinos sin escrúpulos. Que mataron a más de 200.000 judíos a tiro limpio (de hecho las matanzas de judíos empezaron en Lituania antes de que Hitler llegara a ocupar el país).  O por afirmar que los auténticos patriotas fueron los más de 100.000 lituanos que voluntariamente se enrolaron en los grupos partisanos comunistas que lucharon contra los nazis y sus aliados nacionalistas lituanos durante los terribles años de la II Guerra Mundial. En fin, os dejo con el interesante artículo de Vytautas Liutkus. Y ojalá mañana este pueblo empiece a desembarazarse de la élite política y económica que les lleva vendiendo la misma moto desde hace veinte años. Aunque creo que muchos lituanos piensan que no merece la pena participar en las elecciones. Y  que el único voto útil es el voto con los pies. Empaquetar y tomar un vuelo barato de la Ryanair a Alemania, Noruega o el Reino Unido. Esto es precisamente lo que muchos de mis ex-estudiantes hicieron el año pasado. Y lo que muchos de mis amigos y estudiantes tienen pensado hacer cuando mejore un poco el tiempo y acabe el semestre escolar en curso. En este año de 2011. El año del conejo. Año que por lo que podemos ver en televisión amenaza con ser uno de los más turbulentos del último decenio. Ya que el imperialismo anglo-americano ha decidido tomar al asalto los recursos naturales de los países árabes.  Y rediseñar el mapa del Norte de África. Promoviendo revoluciones "twitteras" de inocentes y desarmados ciudadanos. Engañando, mintiendo, chantajeando, asesinando. Manipulando masivamente a la opinión pública mundial.  La BBC y la CNN, los voceros del Imperio del Bien, dando lecciones de democracia y derechos humanos. En un cínico ejercicio de abominable pornografía desinformativa.  Como si esas revueltas fueran espontáneas y no planificadas, desde hace tiempo, por los servicios secretos anglo-americanos e israelíes. Un anzuelo que desafortunadamente muchos elementos bienintencionados de la izquierda internacional se han tragado hasta el fondo.  Una izquierda que, salvando honrosas excepciones,  ha metido la pata hasta el corvejón. En mi pueblo a esos corazones cándidos y llenos de nobles sentimientos los llamamos "pardillos". Y es que, como se dice en algún lugar de las Sagradas Escrituras, el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Deberían analizar los acontecimientos que actualmente se desarrollan en el  Norte de África desde una perspectiva histórica. Les recomiendo a todos ellos una lectura de "Glimpses of World History", de Jawaharlal Nehru. El padre de la independencia de India. Se trata de un libro que recoge las cartas que Nehru le enviaba a su hija Indira. Cartas desde una cárcel británica. El libro realiza un análisis pormenorizado de la larga historia de intervencionismo, golpes de estado, asesinatos, extorsiones,  guerras y revueltas,  promovidos por los imperialistas británicos en India, China y en los países árabes. Las cartas sobre Egipto, Siria, Afganistán, Irán e Iraq parecen como salidas recientemente de la imprenta. Y eso que Nehru las escribió hace ya casi un siglo. Es un libro que siempre llevo conmigo. Un "tocho" de casi mil páginas. Y que compré por dos litas en Klaipeda. En la biblioteca de la universidad donde trabajaba entonces. Que estaba descatalogando libros viejos. También adquirí una monografía de unas ochocientas páginas dedicada a la figura del británico Cecil Rhodes. Personaje siniestro que ejerció un poder casi absoluto en el cono Sur de África. Por entonces los británicos hablaban de promover la civilización y los valores cristianos. Que claro está, sólo los británicos estaban en condiciones de promover. Ahora de lo que se trata es de promover los derechos humanos y la democracia twittera. Y de seguir mintiendo, robando, matando, expoliando y subyugando a naciones enteras. Todo en nombre de esa ideología perniciosa llamada "derechos humanos" y "libre mercado". Que se nos indoctrina desde los medios de manipulación masiva (escuela, universidad, medios de comunicación y think-tanks que maman de la teta del poder). Una ideología totalitaria e intelectualmente devastadora que lamentablemente ha llegado a colonizar hasta las conciencias de muchas personas que presuntamente militan en las filas de la izquierda antisistema.

Historia de la fotografía: La fotografía que subo la tomé hace unos días en la plaza donde se encuentra ubicada la Iglesia de San Mykolas, popularmente conocida como plaza del "Soboras". Nombre que le viene por la forma que tiene la peculiar iglesia  situada en la plaza. Una iglesia  de estilo bizantino que recuerda a una catedral o "Sobor" de la iglesia ortodoxa rusa.  Salía yo de dar clase y me dirigía a un bar cercano a tomarme una sopa bien caliente cuando me topé con unos tipos vestidos con un anorak verde y que se dedicaban a retirar el hielo golpeándolo con enormes punzones de hierro. Esta operación formaba parte de la campaña electoral del pequeño Partido Cristiano (!menudo nombre para un partido político!). Los miembros de este partido querían demostrar que ellos sí están dispuestos a trabajar por la ciudad de Kaunas y por el bienestar de sus ciudadanos. No como el actual Meras o Alcalde que, por ahorrarse unas litas, no contrata personal adicional para retirar el hielo y la nieve de las calles. Creía que esos tipos, que estaban allí picando el hielo, con una temperatura extrema que rondaba los -20 grados bajo cero,  eran  esforzados militantes del partido. Y despertaron mi simpatía. Por lo que decidí tomarles unas fotos. Sin embargo, ese mismo día alguien me contó que en realidad se trataba de desempleados contratados por el Partido Cristiano en cuestión. Supongo que el año próximo a nadie le importará un pimiento el hielo y la nieve. A no ser, claro,  que haya elecciones en invierno. Que me parece que no toca. Aunque no estoy seguro de cuándo llega a Lituania el próximo circo electoral.

Lithuania. A Totalitarian State, Member of the European Union

Some time ago I thought my experience with the totalitarian regimes would only come through school textbooks and university courses. However, such an assumption has been proved wrong.
Liberal democracies of the west are quite often praised for the freedoms they give to their citizens, whether on an individual basis or as members of various organizations. The European Union itself is probably considered by many to be the unconditional defender of human rights and freedoms across the globe. One only has to look at the fervour of the EU in supporting the development of “democracy” in Belarus, as has the recent presidential election in this eastern European country shown. And what about the constant appeals to Russia over the situation of human rights over there? It seems obvious that the body of the European Union tries to portray itself as being very strict over what is considered to be the values of democracy, for example such as the freedom of thought and speech. But is it really so?

Lithuania today is a full member of the EU and therefore at least superficially it also belongs to the European family. And the government of this country with equal enthusiasm to that of Brussels likes to spread the word about Lithuania as a truly democratic state where human rights and freedoms are flourishing. Yet, the last couple of weeks have simply proven it all to be a sham. What one needs is to have the courage to proclaim – despite the fact that we are dealing with a 21st century European country and a member of what is considered to be the progressive European Union – is the basic fact that Lithuania has remained a totalitarian state ever since the early part of last century. The following cases will support such statement.

Let’s consider the very basic idea of the freedom of thought and speech. Philosophers like Slavoj Zizek and professors such as David Harvey are arguably among the most prominent and the most respected persons not just among the academia, but among many members of various societies around the globe as well. To quote Stephen Sackur from the BBC Hardtalk, they “represent the very best of liberalism”. And yet, if any of them came to Lithuania and gave a speech or a lecture on what should Communism look like today or why we need socialism today more than ever, they would very likely break some kind of a law and be prosecuted. It seems that we are left here with a conclusion that those in power in Lithuania have a different definition of what the “freedom of thought” and the “freedom of speech” are.

Moreover, the totalitarianism of this Baltic state does not end here. If one wants to get the true feeling of what it is like to live under a totalitarian regime, this is what everyone should pay attention to. It appears that in Lithuania you are not allowed to question and doubt over the official version of certain historical events. For instance, the case of the 13th of January, 1991 in Lithuanian history will do the job. This date is officially considered to be the day of national pride since that was the day when Lithuanians were prepared to die for the independence of their country. And some of them, unfortunately, did. In fact, nobody questions the number of the victims or the very fact that, indeed, there were victims. Nobody even questions the aggression of the Soviet troops as well. However, one person now faces a trial and even a two-year sentence for questioning the official version of the events of the 13th of January, 1991, and for his belief – which he expressed publicly - that there were some individuals among those leading the striving for independence who wanted Lithuanian victims in order to get sympathy internationally. In other words, his claim was that there were Lithuanian agents-provocateurs who had orders to also aim at their natives. And more importantly, he has even referenced some evidence that seem to make a strong case for his arguments over that controversial event.

The name of the person that is currently facing a trial due to his beliefs is Algirdas Paleckis. He is also the chairman of the only anti-capitalist and therefore anti-system political party in Lithuania. And because of this link, it is not only the chairman who is now facing prosecution, but the whole political party is under investigation as well. One naturally raises the question whether this could actually be happening in a so-called “liberal democratic” state. And all of this is based on the charges of the denial of the Soviet aggression and of the debasement of the victims of the 13th of January, 1991, none of which is actually true. These charges arrive from a clearly deliberate misinterpretation of the statements made by Algirdas Paleckis. If it turns out that he is right it will in no way diminish the dignity of those Lithuanians as well as the victims who were there to protect their homeland. And this also would not act as a denial of the Soviet tanks in Vilnius on that day. However, that would strongly compromise those in power, who used the opportunity back then and turned the independent country into a state controlled by a system of oligarchy which today seems to be properly totalitarian. Is it a mere coincidence that all of these cases are being dealt with such urgency? The speed of all of these investigations is extremely surprising, since many of other clearly more important cases of corruption or smuggling seem to be going nowhere. Why all of this huge fuss? And why this case seems to have been given the priority over all other cases in Lithuania at this moment, including even the one concerning the illegal CIA prison in the country and the alleged Palestinian prisoner held there? Two possible answers stand out. Firstly, the version of what happened back then on the 13th of January in 1991 offered by Algirdas Paleckis could turn out to be truth, which in turn would break the nationalistic myth that is the foundation of the politics in Lithuania that is today presented to the public. Secondly, if after all such historical version turns out to be false, the system that controls the state believes to have the opportunity to use the manipulative repressive laws - which actually deny the freedom of thought - to crush the only left-wing opposition to the right-wing monopoly controlling the economy and the population. That is where and how the totalitarian practice in Lithuania expresses itself today.

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