20 abr 2013

Desde Bielorusia con amor

Lenin preside una de las plazas más importantes de Grodno.
ESCRIBO estas breves notas desde Grodno, Bielorusia o Belarús o como quiera que se llame este bendito país. Las escribo al vuelo, sin pensar demasiado. Aprovecho la superconexión a internet que tienen en este hotel en el que me hospedo. El hotel "Slavia" de Grodno. Que se encuentra ubicado no muy lejos del centro de la ciudad. Llevo aquí unos días invitado por la Universidad Estatal Yanka Kupala de Grodno. Que tiene fama de ser una universidad innovadora y puntera aquí en Bielorusia. Y que tiene el nombre del gran poeta bieloruso Yanka Kupala. El jueves tomé un autobús desde Kaunas a Druskininkai, la ciudad balnerario de Lituania. Que se llena a rebosar en verano sobre todo de turistas venidos principalmente de la antigua Unión Soviética. En busca de sus aguas salutíferas. Druskininkai pide a gritos una renovación de la estación de autobuses. Que literalmente se está cayendo a pedazos de vieja. No puede ser que un "resort" donde va a veranear la gente rica del Este de Europa no tenga una estación de autobuses en condiciones. Con unos lavabos llenos de roña y donde hasta mear da asco. En la estación de Druskininkai por cosas de la vida hay una tienda de ropa usada. Y una tienda de neumáticos. Pero no hay una cafetería donde sentarse a esperar el autobús. Pues bien, cruzar de Druskininkai a Bielurusia ha sido toda una odisea. Siete controles de pasaporte metido en un autobús bieloruso del año de la catapún. Los conductores de camiones lo tienen aún peor. Pues deben permanecer en la cola de los camiones días o incluso semanas. Esperando que les toque el turno.  Este año un camionero murió de frío en la frontera. Mientras esperaba en la cola con su camión. Afortunadamente yo iba en un autobús de línea regular. Es la manera más sencilla de cruzar la frontera sin demasiados problemas. Ir con coche particular es casi una locura. Sobre todo si eres occidental y no hablas ruso. Porque te la van a meter bien metida por todos lados. A mi me hicieron bajar del autobús porque no tenía el seguro médico en regla. Y un policía que no hablaba inglés me llevó a una garita donde tuve que soltar diez litas (dos euros y medio al cambio). Luego resulta que el coste de ese seguro es de dos euros tan solo. Y por tanto la diferencia supongo que irá para el bote de los malcarados guardias fronterizos bielorusos. Y lo divertido del tema es que yo sí me hice el seguro médico para viajar a Bielorusia. Pero se lo quedaron en el consulado que ese país tiene abierto en Vilnius. Porque es imposible obtener el visado si no se presenta el seguro médico.  Aquí me he encontrado un compatriota murciano. Un licenciado en óptica que, por cosas de la crisis,  trabaja en un chiringuito de playa. Un buen tipo con el que he hecho buenas migas y que viene al seminario internacional como participante. A él le cobraron cinco euros por cruzar la frontera desde Polonia. Y también le pasó lo mismo que a mi. Que el consulado bieloruso de París (donde se gestionan los visados para los españoles que tienen la mala fortuna de vivir en España) se quedó con la póliza del seguro. Y entonces al querer cruzar la frontera le aplicaron el mismo procedimiento. Lo bajaron del autobús y lo metieron en una garita. Y le vendieron un seguro de dos euros por cinco euros. El resto "pal" bote de los guardas fronterizos. Claro. Al murciano lo han metido en un Youth Hostel. Compartiendo habitación con un grupo numeroso de polacos y turcos. Yo vengo aquí como "profe" de project management. Y bueno, mi hotel está bien. Aunque el "breakfast" que te ponen es muy pero que muy bieloruso. Se trata de un hotel de tres estrellas. Pero sin derecho a elegir lo que quieres desayunar. Te comes lo que te ponen. Y si no te gusta te aguantas. Subo una foto que tomé ayer del camarada Vladimir. Que se encuentra vivito y coleando en una de las plazas principales de Grodno. Hoy me dispongo a  oganizar un taller de habilidades directivas en project management. Lo haré en un edificio situado en la calle Lenin. Cerca de la avenida del Proletariado. Joder, cómo mola!!!  Prometo subir otro post sobre mi experiencia en Grodno muy pronto. Aunque tal vez lo haga ya desde Kaunas. Porque hoy por la noche habrá fiesta loca en un club y la verdad es que no creo que me encuentre en buenas condiciones para escribir nada mañana. El próximo post lo escribiré desde mi espartano pero confortable apartamento de Kaunas. Con la nevera bien repleta de comida y cerveza. Aquí, debo decir, que los establecimientos comerciales tienen muy poca variedad de productos. Y están medio vacíos. La mayoría de productos que ofrecen son de origen ruso o bieloruso. Ayer al volver a mi habitación me pasé por un supermercado que hay en la zona. Acabé comprando una lata de sardinas, una bolsa de kefir y un pan mazacote e insípido que casi no se podía comer.  Y dos de las cinco bananas que había en el establecimiento. También compré una botella de cerveza bielorusa. Que  no estaba mal del todo. Pagué por todo ello unos 40.000 rublos bielorusos. Alrededor de cuatro euros al cambio.  Grodno es una ciudad simplemente magnífica. Una ciudad que los lituanos llaman Gardinas y que, según dicen ellos, había pertenecido al Gran Ducado de Lituania. Una ciudad tan grande como Kaunas y apenas explorada por el turista occidental. Y que tiene  un montón de niñas guapas que gustan de vestir de forma extremada. Un poco al estilo de las muñecas de los dibujos "manga". Con medias que le llegan hasta la mitad del muslo, minifaldas ajustadas y zapatos de tacón. En tiempos de la URSS había una fluida comunicación entre Vilnius, Kaunas y Grodno. Ahora, debido a la integración de Lituania en el Imperio del Bien, hay un anillo de policías de por medio. El denominado "último dictador de Europa" protege las fronteras de su país contra la más que probable invasión de  occidentales. Que  seguro que se vendrían para aquí con los ojos cerrados. Para meterla en caliente y fardarle al personal. Apestándolo todo con su arrogante presencia y sus aires de grandeza. Es lo que ocurriría si Lukashenko bajara la guardia y aliviara los trámites  burocráticos y aduaneros. Ojalá Dios le conserve la salud por muchos años. Mejor una nacionalista autoritario como él que un vasallo vendepatrias y chupaculos del Imperio del Bien. Ese criminal, homogeinizador y totalitario infierno que eufemísticamente se denomina "Occidente". La lobotomía democrática y multicultural de la que he podido escapar por unos días.


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1 comentario:

  1. Hola, me gustó tu post. No sé pero parece que ya en unos días encuentra ciertas experiencias contrastantes en ese país espero que puedas hablar más. Para mí pese a ciertas carencias, inflación alta y, bajos salarios Bielorrusia se me hace un sitio mas viable para vivir que Lituania, así los calificados Bielorrusos se van a Moscú por aquello de la modalidad de cambio de moneda. Espero cuentes más sobre ese curioso país, un saludo.

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Gracias por tus comentarios y sugerencias. Te envío un saludo.Argonautas.