Un cartel institucional convocando a elecciones |
Historia de la fotografía: Subo a este post uno de los afiches institucionales utilizados para convocar a los ciudadanos de Lituania a votar en las elecciones generales del pasado 14 de octubre de 2012. También se les convocaba a participar en el referéndum sobre la construcción de una central nuclear en Visaginas, en el norte del país. Un proyecto que debía servir para sustituir a la central nuclear de Ignalina. Que llegó a ser la central nuclear más grande de la Unión Soviética. Una de las condiciones impuestas por Bruselas para el ingreso de Lituania en el club europeo era precisamente el cierre de la central de Ignalina, de diseño soviético. Y que era muy similar a la central de Chernóbil. De infausto recuerdo para todos. La central de Ignalina producía una energía barata que le permitía a Lituania mantener relativamente bajos los precios de la electricidad y de la calefacción. Y también era una fuente de ingresos para el Estado porque parte de esa energía se exportaba a los países vecinos. La central de Ignalina tuvo que cerrarse por imposición del tratado de adhesión de Lituania a la Unión Europea. El gobierno de Kubilius otorgó el contrato para la construcción de una nueva central nuclear a la compañía japonesa Hitachi. Quien iba a construir una central nuclear en Lituania similar a la de Fukushima. ¡Joder, eso es meterse de Guatemala a Guatepeor! Porque si bien la central de Ignalina era peligrosa (como lo son todas las centrales nucleares) a los lituanos les había salido gratis. Mientras que la planeada central de Fukushima-Visaginas les hubiese costado un ojo de la cara. Y en absoluto estaba claro que al final el ciudadano de a pie fuera a beneficiarse del proyecto. Más bien parecía un negociete montado para beneficiar a la oligarquía nacional, los bancos que participaban en la aventura (principalmente el banco sueco SEB) y los amiguetes del gobierno. Una iniciativa legislativa popular que se desarrolló a lo largo de la primavera del 2012 forzó al Seimas a votar una resolución favorable a la convocatoria del referéndum. Un referéndum en el que el pueblo lituano se mostró claramente contrario al proyecto (10). A pesar del enorme esfuerzo propagandístico que el gobierno Kubilius había realizado para convencer a la ciudadanía de las bondades de la central nuclear proyectada por los japoneses de Hitachi.
----------------
NOTAS:
(7) El salario medio bruto mensual en el sector privado en el primer cuatrimestre de 2012 estaba en las 2.138 litas. Después de impuestos y contribuciones sociales el salario medio era de 1.661.9 litas por mes. En el sector público el salario medio bruto era de 2.267 litas o de 2.057.8 litas netas (fuente “LitNews”. Agosto 2012). Para dejarlo bien clarito. El ciudadano lituano “medio” que tiene la suerte de tener trabajo ganaría alrededor de unos 400 euros al mes. Un poquito más si se trabaja en el sector público. Eso explicaría, en gran medida, el enorme problema de la emigración al que se enfrenta Lituania. Porque aquí los sueldos son de miseria y compañía. Y los más hacendosos prefieren coger los bártulos e irse a trabajar al Reino Unido, Alemania, Holanda o Noruega.
8) El asunto del centro de detención y tortura abierto por la CIA en Vilnius salió a la luz en el año 2011 cuando un exprisionero de Guantánamo, un tal Abu Zubaydah, declaró que durante un tiempo permaneció detenido en Vilnius. Este y otros casos de presos “retenidos” en las instalaciones secretas en Vilnius (cercanas al hipódromo) y en otro centro instalado en Lituania (en algún lugar todavía por identificar) han sido denunciados por la ONG “Retrieve” y por Amnistía Internacional. Y la respuesta del gobierno lituano es como la de los tres monitos del cuento. Que no ven, ni oyen, ni dicen nada. La Presidenta Grybauskaitė, adalid de los derechos humanos en Bielorrusia y solidaria con los “Chochetes alborotados” (las “Pussy Riot”) en Rusia, se “hace la sueca” en este asunto. Y ha declarado que se trata de un tema que afecta a la seguridad nacional de Estados Unidos. Un aliado y amigo de Lituania. Y que sobre este asunto no se puede dar información. O sea que en Bielorrusia no se respetan los derechos humanos. Ni en la Rusia del malévolo Putin tampoco. Pero aquí en Lituania, donde se tortura a gente a pocos metros del Parlamento, sí que se respetan. Y punto. Que lo dice la “dama de acero”. Y quien se mueva no sale en la foto. Y no es un buen patriota.
9) Drasius no es un nombre muy habitual en Lituania. Existe una palabra “Drąsa” que significa “coraje” y que se asemeja mucho a ese nombre. Neringa Venckienė escogió una denominación para su partido íntimamente vinculada al nombre de su hermano. El malogrado Drasius Kedys. Quien para muchos lituanos es un auténtico héroe. Una revisitación contemporánea del mítico Tadas Blinda.Un antihéroe lituano pre-moderno parecido a Robin Hood. Y entorno a cuya figura recientemente se rodó una mediocre y soporífera película. También hay una cerveza con su nombre.
10) En el referéndum sobre la construcción de una central nuclear en Visaginas votó un 52,39% del electorado convocado a la consulta. De los ciudadanos que ejercieron su voto un 62,72% votó en contra del proyecto y un 34,02 a favor. El referéndum resultó válido pues superó el 50% del número de electores con derecho a voto. Un requerimiento que la ley electoral lituana exige para la validez de este tipo de consultas. Se trataba de un referéndum no vinculante pero con indudable repercusión política y económica. Y que ha forzado a la clase política de este país a detener un proyecto que parecía de ejecución inminente.
(7) El salario medio bruto mensual en el sector privado en el primer cuatrimestre de 2012 estaba en las 2.138 litas. Después de impuestos y contribuciones sociales el salario medio era de 1.661.9 litas por mes. En el sector público el salario medio bruto era de 2.267 litas o de 2.057.8 litas netas (fuente “LitNews”. Agosto 2012). Para dejarlo bien clarito. El ciudadano lituano “medio” que tiene la suerte de tener trabajo ganaría alrededor de unos 400 euros al mes. Un poquito más si se trabaja en el sector público. Eso explicaría, en gran medida, el enorme problema de la emigración al que se enfrenta Lituania. Porque aquí los sueldos son de miseria y compañía. Y los más hacendosos prefieren coger los bártulos e irse a trabajar al Reino Unido, Alemania, Holanda o Noruega.
8) El asunto del centro de detención y tortura abierto por la CIA en Vilnius salió a la luz en el año 2011 cuando un exprisionero de Guantánamo, un tal Abu Zubaydah, declaró que durante un tiempo permaneció detenido en Vilnius. Este y otros casos de presos “retenidos” en las instalaciones secretas en Vilnius (cercanas al hipódromo) y en otro centro instalado en Lituania (en algún lugar todavía por identificar) han sido denunciados por la ONG “Retrieve” y por Amnistía Internacional. Y la respuesta del gobierno lituano es como la de los tres monitos del cuento. Que no ven, ni oyen, ni dicen nada. La Presidenta Grybauskaitė, adalid de los derechos humanos en Bielorrusia y solidaria con los “Chochetes alborotados” (las “Pussy Riot”) en Rusia, se “hace la sueca” en este asunto. Y ha declarado que se trata de un tema que afecta a la seguridad nacional de Estados Unidos. Un aliado y amigo de Lituania. Y que sobre este asunto no se puede dar información. O sea que en Bielorrusia no se respetan los derechos humanos. Ni en la Rusia del malévolo Putin tampoco. Pero aquí en Lituania, donde se tortura a gente a pocos metros del Parlamento, sí que se respetan. Y punto. Que lo dice la “dama de acero”. Y quien se mueva no sale en la foto. Y no es un buen patriota.
9) Drasius no es un nombre muy habitual en Lituania. Existe una palabra “Drąsa” que significa “coraje” y que se asemeja mucho a ese nombre. Neringa Venckienė escogió una denominación para su partido íntimamente vinculada al nombre de su hermano. El malogrado Drasius Kedys. Quien para muchos lituanos es un auténtico héroe. Una revisitación contemporánea del mítico Tadas Blinda.Un antihéroe lituano pre-moderno parecido a Robin Hood. Y entorno a cuya figura recientemente se rodó una mediocre y soporífera película. También hay una cerveza con su nombre.
10) En el referéndum sobre la construcción de una central nuclear en Visaginas votó un 52,39% del electorado convocado a la consulta. De los ciudadanos que ejercieron su voto un 62,72% votó en contra del proyecto y un 34,02 a favor. El referéndum resultó válido pues superó el 50% del número de electores con derecho a voto. Un requerimiento que la ley electoral lituana exige para la validez de este tipo de consultas. Se trataba de un referéndum no vinculante pero con indudable repercusión política y económica. Y que ha forzado a la clase política de este país a detener un proyecto que parecía de ejecución inminente.